El poder no se comparte, dice la teoría del mismo tema.
Si hacemos una radiografía del poder en México y en Guerrero, la organización Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), predomina y se establece que tiene la mayor responsabilidad de generar expectativas viables para que las cosas caminen mejor.
Las tareas son complejas, como lo es la vida misma. Los retos complicados, pero no imposibles.
Morena ha establecido su agenda y la oposición no la tiene o al menos no se ve aún, pero ya será; todo el tiempo son tiempos electorales, aunque la agenda diga que no.
Tan fuerte es Morena, que la oposición solo espera que surja la división interna para actuar.
El poder que tiene el partido Morena le ha permitido cambiar, diseñar, establecer y definir estrategias para ejercer un mando casi, único, que en ocasiones es cómodo, pero si las cosas salen mal, la carga del error es para el diseñador.
En palabras llanas, el poder desgasta, naturalmente.
La gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, a la mitad del camino, sigue ocupada en las tareas por recuperar el tejido social y camina, pero hay fuerzas que no la dejan. En el caos, la ganancia no tiene dueño.
La inseguridad sigue siendo tema cotidiano y todos los días se ocupa parte de la mañana en ubicar y definir qué, dónde y cómo hacer las cosas mejor.
En el legislativo, la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que preside Jesús Urióstegui García,realizó, como cada año, en casi todo diciembre, tareas extenuantes; coordinó a los representantes de los partidos y entre todos, sacaron el presupuesto del 2025, las tablas de valores de los municipios, revisaron los informes que la Auditoría Superior del Estado (ASE), donde Marco César Paris Peralta Hidalgo, apoya con sus servicios a los legisladores.
Hoy el estado de Guerrero y el país tienen nuevos retos, que habrán de encontrar salida con responsabilidad y unidad.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el pasado 10 de diciembre realizó una reunión nacional del Consejo de Seguridad en Acapulco, Guerrero, y se entiende que hay cambios en la estrategia, que deberán mostrar parte de sus efectos en el año que apenas iniciamos.
A Acapulco y a Guerrero en general les fue bien; a Chilpancingo no tanto en cuanto a economía. La edil Abelina López Rodríguez anda contenta, pues los primeros meses de enero y febrero junto con el remanente de diciembre son los meses de mayor recaudación.
En el escenario internacional, emerge la figura poderosa de Donald Trump, que a su manera grita, despotrica y genera expectativas negativas contra indocumentados, enfrentamiento directo contra bandas del crimen organizado, donde la gente espera ver resultados. No balandronadas.
México empieza el 2025 con esperanza, bríos renovados, sin duda y expectativas en cuanto a crecimiento social, económico y político.
Los que se mueven están vivos y vivas. Nada los detendrá y seguirán presionando para tirar arriba, aunque pegue abajo.
La sociedad, en efecto, tiene miedo y ese miedo debe ser resuelto por la coordinación y acción de los tres niveles de gobierno.
Que este 2025 sea mejor en todos los sentidos; ojalá así sea.
