Reportaje
Por: Evelin Gómez y Luceli Pastrana
Si es originario (a) de Chilpancingo o radica en la capital del estado desde hace varios años, tal vez, en algún momento, ha llegado a ver un árbol que llama la atención debido a que sus flores (que suelen colgar en forma de péndulo alargado) se agrupan en racimos de un vibrante color amarillo.
La Cassia fistula o “lluvia de oro” es una especie originaria de Egipto, Oriente medio y zonas cálidas de Asia. Además, es el árbol nacional de Tailandia.
Fue traído por primera vez de Asia a México en el siglo XVII, de acuerdo a lo que reitera el “Atlas de las Plantas de Medicina Tradicional Mexicana”. Y aunque actualmente la Sociedad Mexicana de Historia Natural la consigna como antiinflamatorio, su uso debe estar regulado por un médico, ya que las flores y las hojas son tóxicas.
En 2024, Amapola, Periodismo Transgresor, documentó que este árbol exótico afecta el ecosistema porque puede convertirse en invasor, es decir, desplazar a especies de plantas nativas, debido a que tiene la capacidad de adaptarse muy bien y su germinación es muy alta.
Esa es una de las razones por las que se le usa para embellecer ciudades; sin embargo, si no se controla su germinación, se corre el riesgo de que se vuelva una especie invasora, como ocurrió en Hawaii y en ciertas partes de Sudáfrica, donde se le considera una plaga.
Esto sucede cuando se sustituyen especies de plantas nativas por especies exóticas; (lo mismo puede pasar al introducir una especie).
Provocando así el rompimiento con las redes de interacción entre especies, ya que las plantas están relacionadas y asociadas a ciertas especies de animales, hongos, bacterias y virus, afectando así el ecosistema porque desplazan a especies de plantas nativas.
A Chilpancingo, este árbol llegó porque el expresidente municipal (por la coalición PRI-Verde Ecologista en el período 2015-2017, mismo que dejó para regresar en 2018), Marco Antonio Leyva, en un intento de “quedar bien”, tuvo el desatino de pedirle a su equipo de trabajo que hicieran ver la ciudad “más bonita” y fue así como comenzó la “lluvia de oro” a crecer en la ciudad.
Originalmente estaba pensado que este árbol estuviera concentrado en el centro de Chilpancingo; como ejemplo de ello está el Andador Zapata, que posee una vista hermosa en primavera de este bello árbol invasor.
Después se realizó el intento de colocar la especie en el camino a Petaquillas. Ahora en 2025, ya es posible encontrarlo lejos de las zonas originales donde se pensó colocarlo.
Lo que ya le da un aviso a ciudadanos y autoridades de que la hermosa especie invasora comienza a crecer sin control.






