• vie. Oct 17th, 2025

David Martínez Téllez

Analista político, comunicólogo y académico UAGro

Los grupos, esos que son considerados ilegales, porque se dedican a extorsionar y al tráfico de estupefacientes, regresan a pelear lo que consideran es suyo. Su territorio y la circulación de mercancías, precisamente en lo que creen es suyo. Se imponen con el uso de la violencia.

Hace un mes aproximadamente se dejaron escuchar en inmediaciones de Chilpancingo donde se desperdiga la policía comunitaria. Hubo enfrentamientos entre ambos bandos. La comunitaria realizó un paro vehicular en la autopista del Sol. Intervino el gobierno del Estado de Guerrero. Arreglaron las diferencias.

En los últimos 7 días regresó un grupo delincuencial. En dos días asesinaron a personas que se desempeñaban en el Mercado. Uno fue baleado en la zona de cárnicos y el otro en carga y descarga de mercancía.

En el primer evento (alrededor de las 12 horas) cimbró a todos. Transcurrida la hora siguió la actividad de manera normal. Como si nada hubiera pasado. Al día siguiente asesinaron a otra persona y a pocos escandalizó.

El fin de semana (sábado) quemaron un camión de servicio público foráneo. Incendiaron una combi. El domingo prendieron fuego a otra combi y amenazaron a choferes de servicio público de diferentes rutas en la capital. Un chofer intentó ofrecer su transporte con la combi, lo alcanzaron y fue golpeado.

El lunes a medio día incendiaron otra combi de servicio foráneo, muy cerca del Mercado.

Pánico social. Zozobra e incertidumbre en cada hogar.

El Ayuntamiento capitalino previno públicamente que solo trabajarían los empleados de egresos e ingresos. Además de funcionarios de todas las áreas.

Tanto la Universidad como el gobierno estatal callaron. Y el que calla…

La mañana del lunes poca gente caminaba por calles y avenidas. Parecía una ciudad zombi.

Las pocas combis que circulaban se veían casi vacías.

Se prendieron las alarmas y surgió la interrogante social ¿Quién manda?

Muchos tenemos miedo. Caminamos de manera osada y con temblor. Con estremecimiento en los nervios y en otras partes…de cuerpo. Somos valientes involuntariamente. Prácticamente con el Jesús a flor de labios.

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