Por Mome del Moral
Domingo 6 de octubre 2024.
5:40 de la tarde.
Circula una información que nos resistimos a admitir.
Al unísono pedíamos.
¡Que no sea cierto!
Después…
Las lágrimas que brotan, el dolor que dobla y quiebra.
El miedo como único abrazo.
La esperanza hecha trizas.
La vida de un hombre bueno arrebatada cruelmente.
Se suelta un viento frío y un silencio que se interrumpe por sollozos. Aquí y allá. Sentimos la orfandad de todas las maneras posibles.
Nos quitan la noche, el día, nos quitan todo. Y nos resistimos a que nos quiten la fuerza que da el acompañamiento colectivo.
De las plegarias a la indignación. De la indignación al grito de ¡Justicia!
Chilpancingo luminoso y los corazones tristes. Tanto sol y cuantas sombras al mismo tiempo.
Dicen que la tristeza es un estado momentáneo y que la melancolía se alarga por más tiempo.
Octubre 2025.
Octubre que no se olvida y desde ahí nuestro corazón llora.
Quisiéramos tantos regresos.
Queremos de regreso este lugar que nos pertenece. Que nos regresen el día y la noche para andarla sin miedo.
Que enterremos la tristeza y nos abrace la alegría.
Arrastramos en el recuerdo a octubre triste y doloroso.
Chilpancingo es melancolía ahora mismo.
Alejandro Arcos quería la paz.
No hay manera mejor de honrarle que buscarla, procurarla.
Desde lo que nos corresponda hacer.
Honrar la memoria de nuestro querido Presidente.
Construir para que sean buenos días y terminar con buenas noches.
Que el frío que se siente en el corazón triste se llene de calidez con el legado de Alejandro Arcos.
Que nos vaya bien y bonito. Seguramente él así lo quería.
Siempre en nuestros corazones, mi querido Presidente.
