“Una pequeña historia de la fiesta del Ocoxúchitl en Quechultenango, Guerrero”
Información y foto: Iridian Castro
El Señor Santiago Apóstol ha sido adoptado como santo patrón en Quechultenango, Guerrero, ubicado en la región Centro del estado.
Una de las formas de agradecerle o pedirle favores es a través del tradicional baile del Ocoxúchitl, que significa “flor de ocote”. Esta tradición se realiza en la octava del 25 de julio.
El ocoxúchitl es una planta silvestre que se utiliza para danzar. Se trae desde Azcatepec, y lo maravilloso de esta flor es que solo florece en el mes de julio. No tiene olor al momento de cortarla, pero al salir del templo, después de bailar, queda impregnada con un aroma desconocido. Por ello, se le considera una planta medicinal o incluso una reliquia, que sirve como medio para obtener salud, tanto corporal como espiritual.
Las personas asisten desde diferentes lugares para venir a bailar al Señor Santiago. Hacen largas filas de hasta 3 o 4 horas, esperando su turno para poder danzarle. Muchos lo hacen por fe; otros, como parte de una penitencia o para agradecer un milagro recibido. También hay quienes llegan con el corazón en la mano, para pedir ayuda celestial, y lo hacen a través de esta danza.
En el Día del Ocoxúchitl, se puede ver la imagen del Señor Santiago Apóstol montado en su caballo, mientras los peregrinos bailan a su alrededor con el ocoxúchitl en la mano. Al ritmo del teponaztle, la trompeta, y los cantos en náhuatl y español, la gente baila durante todo el sábado y domingo, elevando rezos, peticiones, ramas verdes y fe, con la esperanza de obtener un milagro.
Así es la vida y obra del Señor Santiago Apóstol, celebrada con devoción, danza y tradición.
