- Eduardo Neri rumbo al 2027
Por Francisco Javier Flores V.
En cuatro años, el municipio de Eduardo Neri ha tenido un crecimiento enorme, y no nos referimos propiamente a la densidad de población.
Después de que durante décadas la cabecera municipal, Zumpango del Río, fue considerada la vecinita pobre o el patio trasero de Chilpancingo, enseñoreada ésta como la gran capital de Guerrero, hoy en día se ha ganado un tratamiento de iguales, en donde la autoridad municipal asume una actitud digna en temas de gran relevancia.
A pesar de que no es la primera mujer que gobierna Eduardo Neri, la actual alcaldesa Sara Salinas Bravo ha superado con creces el papel de su antecesora de género en la administración municipal, trayendo innovación y estrategias de avanzada para el desarrollo urbano de la cabecera y comunidades rurales, así como en la dotación de servicios elementales, y sobre todo, en la amabilidad y respeto en el trato a la ciudadanía.
Este precedente que está construyendo Sarita, como se le conoce de cariño a la presidenta municipal, será difícil de superar para quien venga a sucederle en el cargo, en el cual, por cierto, aún le faltan dos años.
De ahí que quienes se apunten para competir en el 2027 deben estar conscientes del enorme reto que representa llenar esos zapatos.
Claro, hay familias que durante años han usufructuado el poder municipal y no sería raro que intentaran regresar por sus fueros, pese a que cuando tuvieron la oportunidad, lejos de aprovecharla para servir con honestidad y resultados al pueblo priorizaron el beneficio personal.
Y no es eso lo que necesita Eduardo Neri, sino alguien que venga a darle continuidad al proyecto político y de desarrollo en el que se va avanzando con la actual administración.
Aquí es donde no hay que perder de vista a personajes con capacidad, experiencia, vocación de servicio y que gozan, al igual que Sarita, del cariño y el respeto de los zumpangueños y la gente del campo.
Con un trabajo eficiente, pulcro, honesto y responsable, la maestra Gabriela Bernal Deloya, sin duda, encuadra en ese perfil.
Dos licenciaturas y una maestría, experiencia como docente y en el servicio público, pero sobre todo un amor genuino por servirle a su pueblo, colocan a la actual tesorera Gaby Bernal (así le llaman de cariño), como una de las cartas fuertes para cuando venga lo que vendrá.
