• dom. Nov 16th, 2025

Atrás de la Raya: “CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”


Por Heliodoro Cerros Flores

“CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”
Gabriel García Márquez

“Crónica de una muerte anunciada” se refiere a una novela corta de ficción escrita por
Gabriel García Márquez, publicada en 1981. La obra está inspirada en un crimen real
ocurrido en Colombia. La historia se reconstruye de manera polifónica, casi como
una investigación, para explicar cómo todo el pueblo sabía que Santiago Nasar
iba a ser asesinado, pero nadie pudo o quiso evitarlo.
Como el personaje principal de la novela “Crónica de una Muerte Anunciada”
Santiago Nasar, el alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, había
anunciado que ya había sido amenazado de muerte por el grupo del narcotráfico de
las cuatro letras que tiene azolada a esa entidad federativa.

¿USTED SE ENTERÓ DE LA MUERTE DEL ALCALDE, CARLOS MANZO RODRÍGUEZ?

Seguramente que sí. La muerte de Carlos Manzo Rodríguez trascendió las
fronteras de México porque desde que asumió el cargo, el 01 de septiembre
del 2024, el funcionario municipal advirtió que su vida corría peligro, que él
y su familia estaban amenazados de muerte por su posición de combatir de
manera frontal a los grupos del narcotráfico que azotan a Uruapan y al Esta
do de Michoacán, por lo cual solicitó el apoyo de las autoridades federales.
¿Pero, porque traemos a colación la muerte del presidente municipal
de Uruapan, Michoacán? Bueno, para recordar que la ejecución criminal de
Carlos Manzo Rodríguez, ocurrida la tarde noche del pasado sábado 01 de
noviembre, se suma a la larga lista de personajes políticos y de la sociedad
civil que han caído abatidos –ejecutados- a balazos por presuntos sicarios
del crimen organizado.
Entre ellos, 10 alcaldes que han sido asesinados durante el periodo de
gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, entre los que se cuentan
3 presidentes municipales de Guerrero.
Personajes que han dejado huella y que con su muerte se ha lastimado de manera
sensible a la sociedad, como ocurrió con el crimen del candidato a la presidencia
de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta, que fue asesinado el 23 de marzo
de 1994 en Tijuana, Baja California.
El exgobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, fue asesinado el 28 de
septiembre de 1994 en la Ciudad de México, apenas 7 meses después de la muerte
de su amigo y correligionario, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
De los crímenes que le han dolido profundamente a la sociedad, también se
encuentran los más recientes: a una semana de haber rendido protesta como
alcalde de Chilpancingo, fue privado de la vida, de manera alevosa y cobarde, el
domingo 2 de noviembre de 2024, Alejandro Arcos Catalán. Antes, el 3 de octubre
fue privado de la vida el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo
Tapia Rodríguez, y el 30 de septiembre fue asesinado quien sería secretario de
Seguridad Pública, del mismo Ayuntamiento, Ulises Hernández Martínez.
A finales del mismo año, 2024, la noche del martes, del 24 de diciembre, fueron
acribillados a tiros, privados de la vida, el presidente del Patronato de la Feria de
Navidad y Año Nuevo de Chilpancingo, Martín Roberto Ramírez Ruíz, y el
subcoordinador de logística, José Nava Vidal, lo que provocó la suspensión de
dicha festividad.
Con éstos hechos, se prueba, también, que la inseguridad y la violencia tiene
rebasadas a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, que no se
cuenta con estrategias para combatir y reducir éste flagelo que está afectando
severamente a la sociedad.
Porque, si se analiza, todos los personajes mencionados, con excepción de Alejandro
Arcos catalán, han sido acribillados, ejecutados ante la presencia de decenas o
cientos de personas, a pesar de que supuestamente estaban siendo resguardados por
elementos de diferentes corporaciones policiacas.
El caso del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, se ve
envuelto en el desdén y el desinterés que mostraron las autoridades
federales al llamado de auxilio que les plateaban todos los días
para blindar la seguridad de los habitantes del municipio, y del
edil y su familia, con el envío de suficientes elementos del Ejército, la Marina
y la Guardia Nacional, lo que no ocurrió. Los llamados de auxilio encontraron
oídos sordos.
Ya muerto el edíl, Carlos Manzo Rodríguez, aseguran, desde la federación, que
sí se mandaron suficientes elementos policiacos para su protección, lo que, se ha
probado, es una soberana mentira.
Y los resultados de esta supuesta protección federal, están a la vista, el alcalde
Carlos Manzo Rodríguez fue ejecutado por las balas asesinas del crimen organizado…
Veremos.

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