Por Heliodoro Cerros Flores
¡LA DESAPARICIÓN DE PERSONAS NO PUEDE O NO DEBE SER UN TEMA AJENO O INDIFERENTE A LA SOCIEDAD!
Ya lo hemos tratado y queremos insistir en ello: no podemos acostumbrarnos a aceptar como algo normal, como algo que no tiene remedio, la violencia y la inseguridad que azotan en todos los espacios de la actividad cívica y la convivencia social.
No podemos aceptar que nos roben o que nos condicionen la libertad de reunirnos, de convivir, de caminar por las calles de la ciudad a cualquier hora del día y de la noche, de recuperar esos juegos grupales que nos divertían, o de escuchar los cuentos de nuestros abuelos en la puerta de la casa.
Y no podemos acostumbrarnos, a ver como algo normal, porque acontece prácticamente todos los días, la muerte de un comerciante o de un ciudadano común en el mercado central y en la ciudad y continuar con nuestras actividades como si no pasara nada, anteponiendo la fría reflexión de que no son nuestros familiares y continuamos con nuestras labores a unos metros del cadáver.
Con las reflexiones anteriores entramos al tema de las desapariciones de personas en el país, pero sobre todo en esta entidad federativa, en donde encontramos que es prácticamente nulo el interés de la sociedad para tratar estos temas.
Quienes, por nuestro oficio, nos vemos necesitados u obligados a recorrer las redes sociales y los medios impresos de comunicación, nacionales y estatales, para recabar y compartir información, nos alarman las cifras que se vierten diariamente sobre la desaparición de personas a nivel nacional y estatal.
Y cuando decimos que es prácticamente nulo el interés de la sociedad para interesarse y tratar estos temas, vemos, con mayor preocupación, que la participación de la autoridad, en todos sus niveles, es totalmente tibia o negativa.
Porque, como si fuera un juego, sobre todo en periodos preelectorales, a nivel estatal los titulares de los poderes legislativo y judicial, Jesús Uriostegui García y Ricardo Salinas Sandoval, están más empeñados en quedar bien con la titular del Poder Ejecutivo, Evelyn Salgado Pineda, y esta, a su vez, busca quedar bien con la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, para los retos político-electorales del 2027.
Y el llamado a la sociedad es a la reflexión, porque de acuerdo a la información de instituciones gubernamentales y de organizaciones de la sociedad civil como Memoria, Verdad y Justicia del Puerto de Acapulco, las desapariciones de personas se siguen incrementando a nivel nacional y estatal.
Por ello, convocamos a la sociedad en general a que se deje de lado la insensibilidad y que se empiece a analizar y a participar en temas que nos involucran y nos afectan a todos, como la desaparición de personas, y que no nos acostumbremos a convivir o a mirar como algo normal la violencia y la inseguridad que nos azota de manera inclemente.
En este sentido, la Red Lupa, que es un espacio digital para el seguimiento y vigilancia de la Ley General en materia de desaparición forzada de personas y desaparición cometida por particulares, resalta que Acapulco (Guerrero) concentra la mayor cantidad de casos de personas desaparecidas.
Para mayo de 2025, continuó como el municipio con más casos, pasando de 1195 a 1248 casos. En los demás municipios, los casos tuvieron un ligero aumento, salvo los municipios de Chilpancingo e Iguala, que tuvieron una disminución de 21 y 11 casos, respectivamente.
Pero todavía más, en México hay más de 131,000 personas desaparecidas y no localizadas, según el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD). Esta cifra se ha ido incrementandoporque, con el tiempo, las desapariciones son un problema generalizado en el país (México)…
Veremos.
