David Martínez Téllez
Analista político, comunicólogo y académico UAGro
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se formó por dos motivos: investigar los sucesos de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala y un desquite del (entonces) presidente Enrique Peña Nieto.
Peña Nieto no quiso cargar en su conciencia por esos sucesos ni que se le recordara como un político (presidente) que no hizo nada por esas atrocidades. Ni moral ni políticamente quiso ser responsable de este tema.
Escribo que fue una revancha política contra los grupos políticos y económicos que le disminuyeron su influencia como presidente. El inicio de su acotación fue el famoso tema de la Casa Blanca donde propalaron que se estaba enriqueciendo con un porcentaje no permitido. Vamos, son acuerdos no establecidos, pero que se saben deben respetarse. El porcentaje permitido para “llevarse” es del 10 por ciento. EPN, consideraron, estaba abusando.
Al verse disminuido políticamente, EPN ya no pudo, por ejemplo, culminar con el aeropuerto de Texcoco, mismo que luego cancelaría el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los grupos políticos adversarios de EPN tenían que eliminar o aminorar a otros políticos consentidos del presidente. Uno de ellos era Ángel Aguirre Rivero; no era la primera vez (2011); la noche de Iguala (2014) fue el segundo suceso que lo eliminó de la gubernatura. La coincidencia en ambos acontecimientos fueron los mismos actores políticos: Aguirre Rivero y normalistas de Ayotzinapa.
En 2011 EPN era candidato a la presidencia; en 2014 ya estaba minado. Pero pudo crear al GIEI para enfrentar a quienes le rebajaron el poder. Éstos con su verdad histórica; EPN con otros investigadores independientes y profesionales. El GIEI logró cuestionar el informe oficial. Fue un desquite de EPN.
Para proteger a aquellos grupos metidos en el tema de los 43, AMLO simplemente eliminó al GIEI. Siempre se supo que AMLO blindó al ejército.
Para el caso Teuchitlán, el PAN está solicitando un grupo de expertos internacionales profesionales e interdisciplinario para que investigue el evento. No tiene buen augurio, pues el PAN es oposición y, segundo, carece de fuerza política. Se quedará en un asunto mediático internacional.
A menos que la presidenta tenga el arrojo de confrontar a esos grupos políticos presuntamente vinculados con los calificados como terroristas. Tal vez veamos señales ahora que venga la secretaria de seguridad de los Estados Unidos. Cuando se entrevista la presidenta con un representante del país vecino, cambia de opinión. Recuerdo la fecha de la ley de nepotismo; después de charlar con Trump, movió tiempos de 2030 a 2027; perdió en el poder legislativo por órdenes de AMLO, ahora su adversario.
