• jue. Oct 16th, 2025

Alejandro Arcos Catalán a un año del crimen que conmocionó a Chilpancingo y al mundo

Columna • Entorno Político

Por: Lety Cuchillo

A un año de distancia, aún duele el alma y el corazón sangra por la profunda herida que dejó su repentina y violenta partida, todavía cuesta trabajo entender y aceptar que Alejandro Arcos Catalán, el presidente municipal de Chilpancingo ya no esté y que su horrendo crimen siga nublando la estabilidad emocional y social de la capital.

Aquel trágico domingo 6 de octubre, Chilpancingo perdió la oportunidad de alcanzar la paz que promovía el joven alcalde que ilusionado por cambiar la forma de gobernar nunca perdió la fe para representar a su municipio y dirigir su destino.

Ese domingo fue un día triste y lamentable no solamente para la capital, sino para todo el estado, el cielo se torno gris y se estremeció ante la noticia que se hizo viral en cuestión de minutos y corrió a discreción por todo el país y por otros países del mundo.

Mientras autoridades oficiales se negaban a confirmar lo sucedido, la noticia del horrendo crimen de Arcos Catalán inundaba las redes sociales, el cielo en la Montaña se estremecía y hacia caer un tremendo aguacero que se confundía con las lágrimas y la tristeza de quienes lo conocieron y lo estimaban.

No era creíble lo que se conocía hasta ese momento, la mente se nublaba y se negaba ante la realidad, pero el hecho de que su equipo de trabajo no saliera a desmentir la trágica noticia y que las redes sociales de Alejandro Arcos Catalán se hubieran paralizado alrededor de las 3 de la tarde era ya una mala señal, su última publicación fue precisamente para dar a conocer su gira de trabajo por las comunidades ubicadas cerca del poblado de petaquillas y colindantes con el circuito Río Azul.

Su visita era para llevar esperanza y víveres a las familias afectadas por el paso del huracán John que durante los días 25, 26 y 27 de septiembre había golpeado con severidad al municipio de Chilpancingo y prácticamente a todo el estado de Guerrero.

Antes, por la mañana Alejandro Arcos Catalán el Promotor de Paz como quería que se le recordará cuando ya no estuviera en este mundo, había recorrido las margenes del Río Huacapa y sus calles que mostraban la destrucción de la fuerza de la naturaleza.

Confiado en sus buenas acciones, el alcalde caminaba solo, sin seguridad, cobijado por el calor y la confianza de la gente de Chilpancingo, durante ese recorrido y siempre sonriente, Alejandro atendió a los que lo abordaron a su paso, su visita era para planear la reconstrucción de las áreas afectadas por el fenómeno meteorológico.

Con esa misma intención, poco más tarde de ese mismo domingo 6 de octubre de 2024, Arcos Catalán visitó la colonia la Yerbabuena en donde se reunió con las familias de este asentamiento poblacional para brindarles su respaldo y compromiso de ayuda ante las afectaciones sufridas por John.

Triste fue para esas mujeres que lo abrazaron por última vez saberlo muerto horas más tarde, lo peor de todo de una forma tan brutal que un hombre de buenos sentimientos no merecía.

A partir de ese día Chilpancingo se estremeció, desde ese momento nada es igual, la violencia no para y la tan anhelada paz no llega, pues su principal Promotor de la Paz ha muerto llevándose con él la esperanza de recobrar la armonía y estabilidad social que se niega a instalarse en la capital guerrerense.

El adiós a Alejandro Arcos Catalán aún duele y con cada hecho violento que sucede en Chilpancingo la petición a Dios es que historias como está no se repitan y que las autoridades encargadas de la seguridad e impartición de justicia hagan su trabajo en memoria del fallecido Promotor de la Paz.🕊️

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