Marfred Ángel
¡Ya es 2 de noviembre! El día cumbre de la celebración de Día de Muertos en México. Si ayer honramos a los “angelitos”, hoy abrimos la puerta de nuestros hogares para recibir a las almas de los adultos, nuestros Fieles Difuntos. Es el reencuentro más esperado, el lazo íntimo entre la vida y el recuerdo.
El Altar: Un Puente de Cempasúchil y Sabor
La ofrenda de este día es el corazón de la celebración. Es la demostración del amor que trasciende la muerte. Cada elemento tiene un propósito emotivo y místico:
- 🍽️ Los Manjares Favoritos:
Se colocan con cariño los platillos que el difunto amaba en vida: el mole, los tamales, el chocolate, y si era el caso, su mezcal, cerveza o bebida predilecta. ¡Un verdadero banquete para alimentar el alma después de un largo viaje!
- 🌼 El Cempasúchil Guía: La flor de veinte pétalos (cempasúchil) no solo adorna; su intenso color naranja y su aroma penetrante crean un camino visible desde la puerta hasta el altar, asegurando que el alma no se pierda.
- 🕯️ Velas y Veladoras: Son la luz que guía. Una flama por cada alma, simbolizando la fe y la esperanza que iluminan el regreso a casa.
- 💀 Pan de Muerto o Calaveritas de Azúcar: Dulces representaciones de la muerte que celebramos con orgullo y afecto. El pan en forma de muñequitos o redondo y azucarado es la ofrenda universal de fraternidad.
- 📸 Fotografías y Objetos Personales: El elemento más emotivo. Ver su rostro que nos permite “dialogar” con su recuerdo, y colocar sus objetos (una guitarra, un sombrero, un libro) les recuerda que su esencia sigue viva.
La Gran Vigilia: Celebrar en el Panteón
Mientras la ofrenda hogareña recibe al alma, la tradición se desborda en los cementerios, especialmente en comunidades indígenas y pueblos de los diferentes municipios de nuestro país.
Familias enteras limpian y decoran las tumbas con cariño, convirtiendo el camposanto en un jardín de luces y colores. Dependiendo del lugar, en el dia o la noche del 2 de noviembre se visitan las tumbas, se llevan flores, velas o veladoras, mariachis o tríos, incluso se lleva comida para comer junto con el ser amado que descansa. Las emociones se desbordan, se ríe y se llora, compartiendo anécdotas y recuerdos del difunto.
No es un día de luto, sino de festividad, presencia y esperanza de un reencuentro. La muerte, en México, se convierte en una fiesta de amor y homenaje para quienes se nos adelantaron en el camino.
Un Gesto que nos Une
El Día de Muertos, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es la prueba de que el vínculo familiar y el amor son más fuertes que un adiós y que la muerte misma.
Hoy, tómate un momento:
- Mira esa foto en el altar y sonríe, honra su memoria y alberga la esperanza de un futuro reencuentro.
- Comparte en los comentarios el platillo que nunca puede faltar en tu ofrenda para tus Fieles Difuntos.
- ¡Comparte este recuerdo para mantener viva la tradición!
En México el Día de Muertos es una Viva Tradición que nunca Muere.

