David Martínez Téllez
Analista político, comunicólogo y académico UAGro
Una campaña, cualquiera, incluso política inicia con el uso de medios de comunicación; lo que se conoce como propaganda.
Y es lo que ha realizado Ricardo Salinas Pliego, dueño de Elektra, Banco Azteca y TV Azteca.
El conflicto entre Salinas Pliego y Andrés Manuel López Obrador (ahora ex presidente de México) presenta su origen por diferencias económicas y políticas.
En lo político Salinas ya no estuvo de acuerdo con uso de mentiras en los discursos de AMLO. En el terreno económico AMLO le empezó a expropiar casas y terrenos en diferentes lugares del país (los casos más sonados fueron un mina “Los Cardones” en Baja California y un campo de golf en Huatulco, Oaxaca). E inició la campaña de que no quería cubrir impuestos.
La presidenta Claudia Sheinbaum sigue con el discurso de que Salinas Pliego no quiere cubrir impuestos.
La respuesta de Ricardo Salinas Pliego ha sido iniciar la campaña por la presidencia de la República para 2030. Muchos han considerado esta idea como loca; pero en política le hace mella a la figura presidencial porque apenas ha transcurrido un año y se comienza a hablar de la sucesión.
Salinas Pliego tiene en su poder un canal de televisión que no cuenta el gobierno. Es una televisora que cubre todo el territorio nacional y en los últimos años (por su barra programática) ha atraído a más mexicanos. Evidentemente en sus espacios noticiosos ataca al gobierno. Su señal es totalmente gratuita.
El gobierno cuenta con el apoyo de sus propios canales de televisión, pero carecen de la cobertura y de la diversidad de programas que cuenta TV Azteca.
Salinas Pliego, recientemente, ofreció una entrevista en el canal Fox de Estados Unidos. Televisora preferida para Donald Trump. Aquí Salinas descalificó al actual gobierno y repitió que podría ser candidato a la presidencia en 2030.
Reconoció que tiene adeudos con Hacienda en México, pero no son de la magnitud que ha propalado el gobierno mexicano. “Sí debo, pero es la mitad de lo que dicen”, aclaró Salinas. Se habla de 74 mil millones de pesos, de acuerdo a versiones de la cuarta transformación. Salinas repite que con 46.
Salinas, como empresario, tiene relaciones de amistad y de negocios con diversos actores políticos en Estados Unidos en ambos partidos políticos, Republicano y Demócrata.
Comienza su carrera por la presidencia con entrevistas en medios de Estados Unidos; en México a través de su fundación con discursos contrarios a lo que pregona la cuarta transformación, y por supuesto, con su televisora.
Para muchos seguidores del partido guinda es muy pronto. Para comentaristas sobre el comportamiento político es un rompimiento con la tradición política mexicana y justo el momento para tratar de meterse en el consciente social del mexicano.
No es una precandidatura. Realmente es una candidatura de un personaje que tiene un canal de televisión, un discurso, mucho, pero mucho dinero y además relaciones económicas y políticas. En caso de que la 4T, con su mayoría en el Congreso, le quitara la concesión del canal de televisión, lo convertirían en víctima. Estatus que le daría mayor popularidad.

