Texto y fotos: Florentino Gatica Gregorio
“Por la gloria de Cuauhtémoc, Tata Gildo y Nicolás, Guerrero será inmortal. Salve, salve,
Universidad”.
(Porra universitaria de la UAGro, autor: Juan de Dios Estrada Castañón).
Se dice, y se dice con resentimiento o tristeza, que a este terruño guerrerense el país le debe mucho, desde el pasado hasta el presente; el futuro se sigue construyendo. Mucha verdad se encierra en esa breve frase, tal como ocurrió con esa porra que es esencia de grandeza y duras batallas del pasado y presente.
Y son los familiares, los descendientes, herederos, herederas de grandes y fastuosos legados. Es honor, gloria, compromiso, obligación, redención y reivindicación de que así ocurra. En su mayoría, esos sucesos históricos, cada uno va asumiéndose de manera integral a las epopeyas oficiales; en otros casos, la lucha es constante, hasta ser realidad.
Acciones intensas, emotivas, son las que en estos momentos realiza el Maestro en Ciencias, Marco Antonio Estrada Suárez, para que se reconozca, se decrete e instaure una fecha: el 20 de abril, que es cuando los diputados del Congreso del Estado de Guerrero (de ese año 1920) desconocen al Gobierno federal, apoyando al General Álvaro Obregón, quien regresa triunfante a la Ciudad de México.
Y fue su abuelo, el Teniente Coronel Esteban Estrada Meléndez”, quien le perdonó la vida al General antes mencionado. En sí, esa decisión fue, ha sido y será polémica, como todo suceso histórico que no a todo mundo deja complacido.
La situación es que, en lo correspondiente a la Porra Universitaria, obra de su señor padre, rápido, de inmediato fue arropada y enunciada miles de veces, desde su creación hasta el devenir de los tiempos. Para el caso de su abuelo, el Militar del perdón, hasta el momento se le sigue reivindicando.
Es una cruzada personal de uno de sus nietos, Marco Antonio Estrada Suárez, o también colectiva porque está adquiriendo relevancia gracias a esa firmeza. El esfuerzo rinde frutos; personajes importantes, relevantes, lo están apoyando y haciendo acompañamiento en su propia cruzada.
Por lo pronto, en otros estados ese acontecimiento histórico de su abuelo está teniendo más y mejor aceptación. ¿Dejaremos que se lleven ese suceso del militar del perdón?
