Reflejos Por: Glendobeth Gutiérrez Castrejón* Legado que vale
Hay momentos que no siempre se miden en logros inmediatos, sino en huellas que se dejan en otros, en la comunidad, en la historia. Eso fue lo que destacó hace un par de días, el diputado local Jesús Parra García, en el auditorio del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, antiguo recinto del Poder Legislativo, donde ahora brillan sobre los muros, los nombres de grandes juristas guerrerenses, como José Francisco Ruiz Massieu, que trascendió.
En ese espacio lleno de historia y simbolismo, el también presidente del Congreso de Guerrero, estuvo como padrino de generación, de los egresados de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Autónoma de Guerrero, ahí habló del valor de resistir, del esfuerzo silencioso de los padres, abuelos, hermanos y tíos que de una u otra manera, están en los momentos difíciles, así como del deber que tiene cada persona de trascender.
Trascender no es solamente obtener un titulo universitario o alcanzar una posición, sino dejar un impacto positivo en el tiempo, es convertir cicatrices en enseñanzas, es pensar en otros mientras se lucha por sí mismo, es desear que otros trasciendan. Y ese deseo nacido del corazón, revela la calidad de ser humano de quien expresa el buen deseo.
Jesús Parra, ha demostrado con su historia de vida, que trascender es posible, aunque se vivan carencias y se recorran caminos difíciles, en su distrito ha trascendido como legislador, con acciones que han marcado la diferencia y en el Congreso como una figura de diálogo, firmeza y respeto.
En tiempos donde lo efímero parece prevalecer, deben de tenerse presente las enseñanzas de nuestros mayores, respecto a que sólo lo trascendente perdura, por eso las metas deben de mirar más allá del hoy, deben de buscar el bien, la empatía, la justicia y el servicio comunitario, porque como lo compartió el tribuno en el uso de la voz, se trasciende no por lo que se tiene, sino por lo que se deja en los demás y ese, es el legado que vale.
Foto: El diputado Parra, con sus ahijados de la UAGro.
