Mientras más jóvenes desertan de las universidades como reflejo de las duras realidades sociales del país, la Universidad Autónoma de Guerrero se coloca como una esperanza para miles de jóvenes guerrerenses.
Este inicio de semana el rector Javier Saldaña Almazán informó de la ampliación de espacios y carreras educativas de reciente creación.
Con eso dejó clara su visión de la educación como herramienta para transformar vidas y prevenir que más juventudes se pierdan en caminos sin objetivos claros.
Con más de 15 mil jóvenes admitidos al nivel medio superior y cerca de 9 mil a nivel profesional, la UAGro abre sus puertas y se adelanta a los desafíos futuros.
El rector ha entendido que la máxima casa de estudios debe ofrecer acceso, actualización curricular y herramientas digitales que acerquen a los estudiantes con su universidad, sin importar dónde se encuentren.
En ese sentido, la implementación de la aplicación “Wallet UAGro” marca un paso significativo hacia una gestión académica más eficiente e incluyente.
La diversificación de la oferta educativa en ramas como mecatrónica, ciberseguridad, comunicación digital o inteligencia de negocios corresponde a una importante ampliación curricular, con un mensaje claro, que la UAGro está sintonizada con las necesidades del presente y futuro profesional de las juventudes guerrerenses.
La transformación constante de la universidad es gracias a su compromiso de adaptarse y renovarse para responder al contexto cambiante y a las demandas del entorno global.
Aunque la renovación no puede ni debe ser solo institucional. El rector ha hecho un llamado firme —y necesario— a los responsables de las distintas unidades académicas: dejar de lado la política estéril y asumir con responsabilidad el trabajo académico.
La amenaza de cierres es una dura advertencia. Y queda claro que la educación superior no puede ser rehén de intereses personales cuando está en juego el porvenir de comunidades enteras.
El compromiso que hoy demuestra el rector Saldaña Almazán es doble: con los jóvenes que buscan una oportunidad para salir adelante, y con una universidad que debe ser, ante todo, una aliada del desarrollo humano, social y económico del estado.
A diferencia de muchas instituciones que solo administran inercias, la UAGro da señales de querer empujar hacia un cambio estructural, en donde el acceso, la calidad y la pertinencia sean principios inseparables.
Guerrero necesita más que nunca una universidad que no solo mire hacia adentro, sino hacia adelante.
Y si bien el camino es largo, los pasos que hoy da la UAGro con la guía del rector Javier Saldaña, pueden marcar la diferencia entre una juventud sin rumbo, y una que camina hacia un mejor futuro.
