Iguala. Del discurso a los hechos…
ES CIERTO. EL DISCURSO de los políticos, más si son demagogos, convencen a muchos, aún y cuando el contenido no sea cierto, e incluso de tanto repetirlos, muchos más los creen. Allí está Goebbels, el propagandista hitleriano, que de tanto repetir una mentira, muchos la tomaron por verdadera, por cierta.
Por eso es que el alcalde Iguala, Erik Catalán Rendón, más que palabras, más que rollo, más que discursos bonitos, prefiere los hechos, los resultados, la obra pública pues, traducida en pavimentación de calles, canchas techadas, alumbrado público, drenaje y caminos, así como la obra social que se traduce en los programas sociales y aquellos que tienen que ver con la cohesión social.
Sí. Más que hablar, más que decir que va hacer esto y aquello, el presidente municipal de Iguala, gobierna con hechos, con resultados concretos, conciente de que a la población no se le engaña, y más si votaron por él para que les cumpla lo que otros no pudieron o no quisieron, porque prefirieron enriquecerse con los recursos públicos.
En efecto, muchos alcaldes, por no decir la mayoría de ellos, llegan a la alcaldía con el fin de enriquecerse o de volverse más ricos, lo cual no es el caso de Catalán Rendón, quien desde antes que tomara protesta del cargo empezó a realizar gestiones en favor del pueblo igualteco.
Y es que, dice el edil, siempre quiso ser presidente municipal para trabajar por Iguala, para resolver los problemas que tiene la población, muchos de los cuales es cuestión de voluntad, y no de partidos políticos, de ahí que, una vez que concluyó la elección se acabaron las pugnas políticas, de tal forma que gobierna para todos y en consecuencia atiende a todos por igual, sin distingo de ningún tipo.
Dice también el presidente: mientras algunos aún no aceptan que perdieron, y están empeñados en que el gobierno que encabezo fracase, poniéndome piedras en el camino e incluso pagando para que descalifiquen lo que estamos haciendo, nosotros estamos ocupados en atender los problemas que no se resolvieron.
“Es lo que estamos haciendo, en eso estamos ocupados, porque no hay tiempo para desperdiciarlo en lo que no es importante”, dice el alcalde Erik Catalán Rendón.
Así que “más hechos que discurso”, aludiendo a Don Quijote.
Sin duda tiene razón. Y más en estos tiempos. La gente, los guerrerenses, y los igualtecos en lo particular, requieren hechos concretos, más que palabras, y peor aún sin son huecas, mentirosas. El pueblo requiere que le pavimenten su calle, que tenga alumbrado público, drenaje sanitario y agua potable. Requiere que construyan su camino, que haya aulas y maestros en las escuelas, que el centro de salud tenga médicos o al menos enfermeras para que lo atiendan.
Por supuesto requiere mejores servicios públicos, que el agua llegue a sus casas, y claro, que haya mayor seguridad, toda vez que, por cierto, en el anterior periodo de gobierno, se disparó la violencia como nunca antes se había visto.
Y en efecto el pueblo requiere de autoridades que estén en lo suyo, trabajando y entregando resultados. Los pleitos y los chismes son para el mercado, y para quienes no entienden que la población ya no los quiere, y que por eso votaron contra ellos.
Sí. Como diría Don Quijote: deja que los perros ladren…
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