Analista político, comunicólogo y académico UAGro
Trump recibió con beneplácito las disculpas de Elon Musk. Ambos se enfrascaron en decires de su intimidad.
Mosk etiquetó a Trump de pervertido. Este le reviró de drogadicto. Ninguno dijo mentiras; pero de acuerdo a sanciones jurídicas les faltó probar sus dichos. Se tiznaron, como diría la jerga coloquial mexicana.
Los Illuminati, según la cinta de Stanley Kubrick, bajo el título Ojos bien cerrados, fueron obligados a tranquilizarse. Cerrar la boca y también los ojos.
Esa clase política que no se ve, pero que ejerce poder y que son degenerados y altamente poderosos, le recomendaron a Mosk que eso no se dice ni se hace porque los mancha, pues pertenecen a esa estirpe.
Trump y Musk son empresarios fuertes. Ahora imbuidos en política, por lo tanto no pueden descalificarse frente al mundo. Los chismes o verdades de cómo son en la vida privada dos personajes guías evidencia vicios, no sólo de los dos, sino de toda esa alcurnia política.
Trump no podía exhibir el perdón porque se encuentra en el nivel de presidente y no es cualquiera; mientras que Mosk es un multimillonario, pero sin representación política. Trump es popular tanto en Estados Unidos como en el mundo; Mosk es muy conocido sin contar con el haber de una votación.
Mosk, para los Illuminati, es una categoría menor frente a Trump. Así que tuvo que postrarse ante Trump. Con esa caravana, Trump se fortalece ante el mundo. Incrementa su soberbia.
Sobre la cinta Ojos bien cerrados, Kubrick nos relata cómo grupos de mucho poder tienen sus perversiones. De acuerdo a la película, esos Illuminati realizan actos degenerados.
Se cuenta que, luego de terminar la historia cinematográfica, fue amenazado para dejar de exhibirla. Se vio en cines en 2024. Ligan la muerte del director Kubrick con la amenaza cumplida; en realidad, murió por paro cardiaco.
Los actores principales de Ojos bien cerrados son Tom Cruise y Nicole Kidman, quienes estaban casados en la vida real. Cuenta la leyenda que, al terminar la cinta, se divorciaron.
El título de la película es sugestivo porque como sociedad no entendemos y tampoco tenemos las herramientas necesarias para visualizar quiénes realmente gobiernan el mundo. Lo que sí percibimos es que ellos se entienden para conservar el poder.
