Por Francisco Javier Flores V.
Ante la proximidad de la aprobación del Presupuesto de Egresos 2026, para decidir los recursos que serán asignados a las diferentes áreas de Gobierno, vale la pena hacer algunas observaciones a temas que tienen que ver con la Ley Número 463 Para el Bienestar Integral de los Periodistas de Guerrero, de la cual se deriva el Fondo de Apoyo a Periodistas, al cual se encuentran afiliados más de 400 comunicadores de la entidad.
La decisión de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda de asignar para el 2025 un presupuesto de 10 millones de pesos, sin duda marcó un precedente pues se trató de un incremento promedio de un cien por ciento a lo que en años anteriores se había venido ejerciendo, lo cual generó amplias expectativas entre el gremio.
La actualización, este año, del padrón de afiliados, mediante un proceso de depuración para que el FAP sea integrado por auténticos periodistas, así como la convocatoria de nuevo ingreso para incorporar a quienes de manera profesional ejercen el periodismo, entre ellos los egresados de las carreras de Comunicación, vino también a generar un ambiente de certeza a quienes por años han abrasado y ejercido el noble oficio, pero también la responsabilidad para actualizarse ante los retos de las nuevas tecnologías.
Un tema que ha generado controversia e inquietud han sido las dificultades que enfrentan los deudos de quienes lamentablemente se nos han adelantado en el camino, para hacer válido el cobro del seguro de vida, derivado de diversos factores, que tienen que ver no solamente con el incumplimiento o intento de incumplimiento de la empresa aseguradora en turno, sino también con la falta de una cultura de prevención de los mismos periodistas y familiares, en cuanto a la documentación requerida para cuando llegue lo inevitable.
Actualmente, cerca de una decena de casos de periodistas fallecidos se encuentran en proceso de resolución, algunos de ellos atorados por las inercias que suelen traer las mismas aseguradoras, por lo general muy rigoristas para cumplir con lo establecido en las pólizas; otros, porque los familiares no han puesto el empeño necesario para la entrega de la documentación requerida. Todos ellos, sin embargo, están siendo atendidos.
Aquí es donde destaca la responsabilidad y sensibilidad del Gobierno estatal, a través de la Secretaría de Bienestar que encabeza Pablo André Gordillo Oliveros, que a pesar de los contratiempos que provocan los engorrosos trámites legales ante las aseguradoras, ha tenido que hacer uso de sus buenos oficios para ayudar a destrabar algunos casos, acompañando la gestión, orientando, dando la asesoría necesaria, interviniendo de manera directa para que se llegue a buen término con los deudos de los compañeros.
Casos complicados pero afortunadamente resueltos como el de nuestro querido y siempre bien recordado Benito Soria Nolasco, decano de los reporteros de nota roja en Acapulco y en vida un destacado, solidario y participativo integrante de la agrupación de periodistas que quien esto escribe tiene el honor de encabezar, nos alegra y llena de satisfacción, nos motiva a reconocer que se camina en buena dirección en el FAP, pero también nos obliga a quienes tenemos una representatividad gremial a seguirnos esforzando para que al gremio periodístico llegue también la justicia social.
